sábado, 15 de febrero de 2014

El adalid del rey Alfonso I: Pedro de Biota





Alfonso I, llamado El Batallador por sus numerosas luchas contra los musulmanes, fue hijo segundo de Sancho Ramírez, el monarca que entregó la torre de Biota a Sancho y a Fortún Aznárez. LLegó al trono a suceder a su hermano Pedro I. Durante su reinado Aragón se expansionó por el valle del Ebro. Reconquistó Ejea, Tauste, Tudela, Zaragoza, Tarazona, Soria, Calatayud. Más tarde intentó llegar a Fraga. Durante el asedio a esta población fue herido, muriendo más tarde en Poleñino, Huesca. Fue enterrado en Montearagón, el convento fortaleza fundado por su padre. Actualmente sus  restos se encuentran en la Iglesia de San Pedro el Viejo de Huesca.




Antes de su subida al trono Alfonso, que se había educado en el Monasterio de San Pedro de Siresa, en el valle de Hecho, estuvo como señor de diversos pueblos como son Biel, Luna, Bailo. Tal vez sea en esta época cuando nombre como adalid suyo a Pedro de Biota. Éste sería hijo de Sancho o de Fortún Aznárez, los señores de Biota.



El cargo de adalid, que significa guía en árabe, era el más importante en el ejército, después del rey. Se encargaba de guiar al ejército, preparar las atalayas y emboscadas.

Conocemos la existencia de Pedro de Biota como adalid del rey Alfonso I por un documento fechado en 1133 en Mequinenza y conservado en el Archivo de la Corona de Aragón en Barcelona. En él el rey entrega las villas y castillos de Nonaspe, Algar, Batella y Fayón a " Petro de Biota, meo adalide, et Eneco Furtunions et tibi Exemen Garcez". Estas donaciones estarían hechas por el valor demostrado en la toma de Mequinenza, batalla en la  que los tres participaron. Las noticias sobre Pedro de Biota se pierden en la batalla de Fraga. Numerosos fueron los caballeros que murieron. Según alguna leyenda, Pedro, el día anterior a la batalla, alertó al rey que había visto a un cuervo posarse sobre su casco, presagio de mala suerte, el rey no le hizo caso e inicíó  el asedio, resultando ser la primera  y única derrota del Batallador.